La Familia

Familia, el núcleo fundamental de la sociedad.

No basta que así lo afirme nuestra constitución Política en su artículo 1°, ni que sea parte fundamental de la Doctrina de la Iglesia, la familia es la célula básica del desarrollo humano, eso lo demuestra la experiencia universal.

Por supuesto que para un Cristiano, la familia es lo más importante, debido a que no es sino gracias a ella que podemos formaros como persona, además de que no fue sino éste el modelo elegido por el Padre para su Hijo, de ahí el término “sagrada familia”. El hombre es un ser que tiende a congregarse con otros, así nos hizo Dios y así nos ha moldeado la naturaleza.

¿Por qué el matrimonio?

Es evidente que hoy por hoy se quieren incorporar al concepto de familia distintos tipos de uniones, unas muy justificadas otras en lo absoluto. Sin embargo, desde antiguo, y así lo reafirma nuestra Tradición Cristiano Occidental, la familia constituida entre el matrimonio entre hombre y mujer y que trasciende hacia los hijos es el molde ideal, es la que da mayor estabilidad y que por tanto, favorece en sí misma el desarrollo armónico de todos los integrantes de la misma.
Por supuesto, que ello no siempre se cumple, empero, no puede justificar jamás que el Estado abandone la especial preocupación que le debe.

¿Qué hay de las Uniones de Hecho entre hombres y mujeres?, sin caer en la discriminación sostenemos que están un escalón por debajo del matrimonio debido a distintos factores. En primer orden están los emocionales, en el sentido de ¿qué justifica la renuencia al compromiso formal y establecido? ¿Se considera la situación desventajosa en que se sitúa a los distintos partícipes de la familia? En segundo lugar están los legales ya que ¿considera el esquivo la precariedad jurídica a que somete a su consorte? ¿Se ha meditado sobre las múltiples ventajas que supone (y debería suponer) el matrimonio civil? …la experiencia demuestra que en la mayoría de los casos estas relaciones se deben a que uno de los involucrados rehúye al matrimonio.

En definitiva, para este ejercicio bástenos el concepto de unión entre hombre y mujer, con el carácter de estable y que trascienda hacia los hijos.

Familia como elemento antropológico de desarrollo de la especie humana.

No puede ser sino dentro de las fronteras de una familia constituida en el matrimonio entre un hombre y una mujer y que trascienda hacia los hijos, todo ello dentro de un ambiente de estabilidad y respeto, que la humanidad progrese. Ya dijimos que tan sólo un paso atrás cooperan en dicha misión las uniones de hecho entre hombre y mujer.

Como especie el hombre necesita en todos los estadios de su desarrollo de la mutua cooperación con otros seres humanos, así, la familia se torna en el custodio del acervo cultural de todos los tiempos, más allá que todo libro y enciclopedia, toda vez que permite la supervivencia de nuestra cultura.

De los incentivos del Gobierno.

Como patriotas aplaudimos todo incentivo a la familia que signifique su mayor cohesión en virtud de la estabilidad entre el hombre y la mujer. Así la posibilidad de que la familia de escasos recursos pueda postular a la casa propia mediante el justo copago, así el premio que debe el Estado a aquella madre que nutrió de hijos a la patria, así uno y otro beneficio. Sin embargo, extrañamos profundamente el especial premio al matrimonio y con amargura constatamos todos los “peros” que se le van imponiendo, tal como ocurre, por ejemplo, con la discriminación hacia el subsidio habitacional que sufre la mujer casada con respecto a la mujer que convive, discriminación que no se agota en ella, sino en la destrucción de la familia.

¡¡Vamos todos como chilenos, orgullosos de nuestra tierra, y con el corazón empapado de esperanza en el futuro, a fortalecer a nuestra familia, el núcleo fundamental de la sociedad!!

Con afecto,

Tomás Díaz Hormzábal
Candidato Independiente a Diputado, por la Familia y la Vida
Distrito 10